Nuevas exigencias de bioseguridad buscan estandarizar prácticas desde grandes productores hasta sistemas de traspatio, fortaleciendo la sanidad avícola nacional.
En el marco de los esfuerzos por mantener a Chile libre de enfermedades como la Influenza Aviar, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), junto al Ministerio de Agricultura y representantes de la industria, han destacado los avances en bioseguridad implementados por los productores avícolas. Esta estrategia busca proteger tanto la producción nacional como la inocuidad alimentaria y el acceso a mercados internacionales.
El presidente de ChileCarne, Juan Carlos Domínguez, subrayó la importancia de las nuevas normativas de bioseguridad, aplicables tanto a grandes planteles como a pequeños productores de traspatio. Estas medidas incluyen requisitos básicos como el cercado adecuado de las aves y el acceso a agua limpia, estableciendo un estándar mínimo de seguridad sanitaria en todo el país.
Además, se resaltó el trabajo conjunto entre el sector público y privado en la capacitación y apoyo a productores. ChileCarne y la Asociación de Productores de Huevos de Chile han contribuido con recursos y asesoría técnica, facilitando la construcción de gallineros y promoviendo prácticas que minimicen el contacto entre aves domésticas y silvestres.
Este enfoque colaborativo ha sido fundamental para fortalecer la bioseguridad en la avicultura nacional, permitiendo a Chile mantener su estatus sanitario y acceder a diversos mercados internacionales.
En Grupo Proa, reconocemos la relevancia de estas iniciativas y nos sumamos a los esfuerzos del sector para proteger la salud animal y garantizar la calidad de nuestros productos, contribuyendo al desarrollo sostenible de la industria avícola chilena.