La organización internacional insta a intensificar las acciones conjuntas entre empresas y gobiernos para enfrentar los riesgos sanitarios y proteger la biodiversidad.
Un reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) advierte sobre la urgente necesidad de fortalecer la colaboración público-privada como herramienta clave para prevenir y contener los efectos de la influenza aviar.
El documento, basado en la experiencia de 15 países, destaca que este tipo de alianzas no solo son cruciales durante fases de emergencia, sino también como parte de una estrategia de preparación sanitaria permanente. Entre sus recomendaciones, la FAO plantea intensificar las medidas preventivas, realizar simulacros tanto en gabinete como en terreno, mejorar la comunicación de riesgos y reforzar la capacitación continua de médicos veterinarios y técnicos especializados.
Entre octubre de 2024 y febrero de 2025 se registraron brotes de influenza aviar en aves domésticas o silvestres en seis países de América Latina y el Caribe: Argentina, Colombia, México, Panamá, Perú y Puerto Rico. En Chile, no se han reportado casos en aves industriales; sin embargo, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) ha reforzado la vigilancia sanitaria en todo el territorio nacional, priorizando zonas de riesgo y puntos críticos de tránsito avícola.
El informe también alerta sobre la propagación del virus hacia mamíferos, lo que eleva el nivel de complejidad del fenómeno e impulsa la necesidad de adaptar los protocolos ante nuevos escenarios y especies vulnerables.
Desde Grupo Proa, valoramos este llamado de la FAO con la prevención sanitaria, apoyamos la vigilancia activa y la colaboración continua con organismos públicos, especialmente en el marco del trabajo que mantenemos con el SAG.
Sabemos que una respuesta oportuna y coordinada es esencial para contener los impactos de este virus, proteger la salud animal y resguardar la seguridad alimentaria del país.